Prana es una palabra en sánscrito que hace referencia a "lo vital", y puede traducirse como principio vital o aliento de vida, sexto principio de la Constitución septenaria del Hombre. Es la vitalidad, la fuerza vital, la Vida que impregna el cuerpo al que llamamos vivo de todo hombre, animal o vegetal; energía o potencia activa, origen de los procesos vitales. Su origen es la Vida universal, eterna, indestructible. La porción individualizada en todo ser vivo vuelve a su seno al morir el cuerpo físico. La fuerza de las cosas vivas y la energía vital en el proceso natural del universo. Se manifiesta en forma de calor, corrientes eléctricas, coloración, tono muscular, fluido nervioso, etc.
De forma práctica, se puede explicar de diferentes formas, como por ejemplo, los sentimientos fisiológicos de hambre, sed, calor o frío.
Todos los sentimientos o energías que aparecen o fluyen en el cuerpo, pueden ser interpretadas como una evidencia de que el prana está ahí, ya que es lo que distingue a un cuerpo vivo de uno muerto. Cuando un ser vivo muere, el prana o fuerza vital escapa por sus orificios y poros.
Para la Ciencia Kun-Li, Prana es la energía Cósmica Primaria, y tiene diversas formas de manifestación, es indestructible y está sujeta a transmutaciones ilimitadas y metamorfosis eternas. Puede mover los astros, sostener galaxias, crear los campos psíquicos, hacer circular la sangre, dar calor o frío, etcétera.
El Prana está formado por glóbulos vitales cuya energía es completamente distinta a la luz, pero depende de la luz para su manifestación. De acuerdo a la Ciencia Kun-Li, en el Universo todo es una manifestación del Prana. Así Prana es: calor, luz, gravedad, magnetismo, vigor, vitalidad, pensamiento, emociones, Alma y Espíritu.
Cualquier cosa
que se mueva,
actúe o tenga
vida, no es sino
una expresión
o manifestación del Prana, el
principio universal de la energía. Prana es lo que brilla en tus
ojos. Por medio de su fuerza,
el oído oye, los ojos ven, la
piel siente, la lengua saborea, la
nariz huele y el cerebro e intelecto realizan sus funciones. La
melodía de la música, la fuerza
de la palabra, el encanto de la
persona amada... Todo ello se
debe al Prana.
El Prana se desgasta pensando, deseando, actuando, moviéndose, hablando, escribiendo, etc.
Las personas sanas y fuertes tienen gran abundancia de Prana o vitalidad.
El Prana es suministrado por medio del alimento, del agua, del aire, de la energía solar, etc.
El yogui, mediante la respiración, las asanas, la relajación, el esmero
en la alimentación, el pensamiento positivo y la meditación,
almacena una cantidad inmensa
de Prana, de igual modo que una
batería almacena electricidad.
Con el Prana que ha almacenado, el yogui irradia fortaleza y
vitalidad a su alrededor. Es como
una central de energía. Igual que
el agua fluye de un jarro a otro,
el Prana fluye realmente, en una
corriente continua, desde el yogui hasta las personas que viven
a su alrededor.
Los beneficios de la respiración
Los ejercicios de respiración tonifican los órganos internos, evitan muchas enfermedades y
favorecen la digestión y el sistema nervioso. Pero, sobre todo, aportan alegría, gran fortaleza,
coraje, entusiasmo, un elevado nivel de salud, vigor y vitalidad y una buena concentración mental.
Controla el Prana: La respiración ocupa un lugar muy importante en la práctica del Yoga. El Prana está relacionado con la mente; a través de ésta, con la voluntad. Si sabes cómo controlar las pequeñas olas de Prana que actúan a través de la mente, conocerás entonces el secreto de cómo controlar el Prana universal. El yogui puede controlar también las corrientes nerviosas, las fuerzas vitales o las vibraciones del pensamiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario