martes, 19 de abril de 2011

ALMA: EL UNIVERSO PARALELO

A propósito de la naturaleza del alma les comparto algunos fragmentos para reflexionar, pues existe una relación, especulando un poco, entre el desarrollo del conocimiento cuántico y las propuestas trascendentales:


El universo “…cuyo origen hay que encontrarlo en la ´singularidad espacio-temporal´ de densidad infinita de la que, según los astrofísicos, se originó la expansión del espacio o Big Bang. Pero hay más. Según una de las teorías más extendidas, dicha ´singularidad´ se
originó debido a la ruptura de un universo decadimensional, que se dividió en uno de cuatro (el nuestro) y otro de seis que estaría ´enrollado´ en el ´mundo subatómico´.  Mediría 10-33 centímetros, por lo tanto demasiado pequeño para ser localizado en los próximos siglos, pues sería necesario emplear tal cantidad de energía que hoy en día es pura ciencia ficción.” (Pedrero, Miguel, enero, 2010. “Telepatía: la ciencia descubre cómo funciona.” Revista Año Cero. Año XXI. N.234, p.51)


 
COMENTARIO DE A.C. BHAKTIVEDANTA SWAMI PRABHUPADA AL VERSO 17 DEL CAPÍTULO 2 DEL BHAGAVAD-GITA. http://ayltondoamaral.com/downloads/Bhagavad_gita_en_Espanhol_sin_diacriticas.pdf
Verso 17

avinasi tu tad viddhi
yena sarvam idam tatam
vinasam avyayasyasya
na kascit kartum arhati

avinasi—imperecedero;
tu—pero; tat—eso; viddhi—sabed; yena—por quien; sarvam—
todo el cuerpo; idam—este; tatam—imbuido; vinasam—destrucción; avyayasya—del
imperecedero; asya—de él; na kascit—nadie; kartum—hacer; arhati—capaz.

TRADUCCIÓN

Sabed que aquello que se difunde por todo el cuerpo es indestructible. Nadie puede destruir a esa
alma imperecedera.

SIGNIFICADO

Este verso explica más claramente la verdadera naturaleza del alma, la cual se halla difundida por
todo el cuerpo. Cualquiera puede entender qué es lo que está difundido
por todo el cuerpo: la conciencia. Todo el mundo está consciente de los dolores y los placeres del cuerpo, en parte o en su totalidad. Esta difusión de la conciencia está limitada al cuerpo de uno. Los dolores y placeres de un cuerpo le son desconocidos a otro. Por consiguiente, cada cuerpo es la cobertura de un alma individual, y el signo de la presencia del alma se percibe en forma de la conciencia individual. A esa alma se la describe de un
tamaño igual a la diezmilésima parte de la punta de un cabello. El
Svetasvatara Upanisad (5.9) lo confirma:
balagra-sata-bhagasya

                                                                            satadha kalpitasya ca
                                                                           bhago jivah sa vijñeyah
                                                                            sa canantyaya kalpate

"Cuando la punta de un cabello se divide en cien partes y cada una de dichas partes se divide luego en
otras cien partes, cada una de éstas constituye la medida del alma
espiritual". De igual manera, en el Bhagavatam se declara lo mismo:
                                                                                 kesagra-sata-bhagasya
                                                                                 satamsah sadrsatmakah
                                                                               jivah suksma-svarupo ’yam
                                                                                  sankhyatito hi cit-kanah
"Existen infinidad de partículas de átomos espirituales, cuyo tamaño es el de una diezmilésima
parte de la punta de un cabello".
Por consiguiente, la partícula individual de alma espiritual es un átomo espiritual más pequeño que los
átomos materiales, y dichos átomos son innumerables. Esta diminuta
chispa espiritual constituye el principio básico del cuerpo material, y la influencia de semejante chispa espiritual se difunde por todo el cuerpo, tal como la influencia del principio activo de alguna medicina se difunde también a todo lo largo del cuerpo. Esta corriente del alma espiritual se siente por todo el cuerpo en forma de la conciencia, y ésa es la prueba de la presencia del alma. Cualquier profano puede entender que, sin conciencia, el
cuerpo material es un cuerpo muerto, y esa conciencia no puede ser
revivida en el cuerpo por ningún medio material que a éste se le administre. Luego la conciencia no se debe a ninguna cantidad de combinaciones materiales, sino al alma espiritual. En El Mundaka Upanisad (3.1.9) se explica adicionalmente la medida del alma espiritual atómica:
                                                                 eso ’nuratma cetasa veditavyo
                                                            yasmin pranah pañcadha samvivesa
                                                            pranais cittam sarvam otam prajanam
                                                             yasmin visuddhe vibhavaty esa atma
"El alma es de un tamaño atómico, y se la puede percibir por medio de la inteligencia perfecta. Esa alma
atómica flota en las cinco clases de aire (prana, apana, vyana,
samana y udana), se halla dentro del corazón y extiende su influencia por todo el cuerpo de las entidades vivientes encarnadas. Cuando el alma se purifica de la contaminación de las cinco clases de aire material, su influencia espiritual se manifiesta".
El sistema de hatha-yoga tiene por objeto controlar las cinco clases de aire que rodean al alma pura, por
medio de diferentes clases de posturas, no para obtener algún
beneficio material, sino para liberar a la diminuta alma del enredo de la atmósfera material.
Es así como en todas las Escrituras védicas se admite la constitución del alma atómica, y ello también lo
siente de hecho por la experiencia práctica cualquier hombre cuerdo.
Sólo un demente podría creer que esta alma atómica es visnu-tattva omnipresente. La influencia del
alma atómica se puede extender a todo lo largo de un cuerpo en
particular. Según El Mundaka Upanisad, esta alma atómica está situada en el corazón de cada entidad viviente, y, como la medida del alma atómica está más allá de la capacidad de apreciación de los científicos materiales, algunos de ellos afirman neciamente que el alma no existe. El alma atómica individual se encuentra, sin duda, allí en el corazón, junto con la Superalma, y por ello todas las energías del movimiento corporal emanan de esta parte del cuerpo. Los glóbulos rojos, que transportan el oxígeno de los pulmones, reciben su energía del alma. Cuando el alma abandona esa posición, cesa la actividad de la sangre de generar fusión. La ciencia médica acepta la importancia de los glóbulos rojos, pero no puede determinar que el alma es la fuente de la energía. La ciencia médica, sin embargo, admite que el corazón es el centro de todas las energías del cuerpo.
Esas partículas atómicas del todo espiritual son como las moléculas de la luz del Sol. En la luz del Sol hay innumerables moléculas radiantes. Así mismo, las partes fragmentarias del Señor Supremo son chispas atómicas de los rayos del Señor Supremo, que reciben el nombre de prabha, o energía superior. Entonces, ya sea que se siga el conocimiento védico o la ciencia moderna, uno no puede negar la existencia del alma espiritual en el cuerpo, y la ciencia del alma la describe en El Bhagavad-gita de modo explícito la propia Personalidad de Dios.

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